ANTROPOEXCÉNTRICA 2: MUSCACENTRISMO

Detalle de una mosca

Como una lenta y enorme montaña de carne que exhala aromas y humedad, fragmentos de piel y pelos, películas semigrasas de gusto diverso. Funcionamos como granjas vivientes de dos patas que las moscas aprovechan de muy diversas formas. Y también lo hacen sus parientes los mosquitos capaces de extraer la sangre que nos irriga y que producimos en enormes cantidades. Somos otra fuente más de alimento para todas ellas. Pero entrañamos cierto peligro especialmente cuando baja la temperatura y las moscas se ralentizan. No son extraños los aplastamientos por grandes superficies de carne que súbitamente se  abalanzan sobre una mosca y la aplastan fulminantemente. En cualquier caso esto no supone ningún problema para el sentido estadístico de la vida que comparten con todos los insectos y que nosotros somos incapaces de comprender puesto que supone que morir como individuo es irrelevante.
Como montañas de carne a veces, mediante el contacto súbito de dos superficies, emitimos vibraciones sonoras que pueden venir acompañadas de ondas de choque que si alcanzan a una mosca o mosquito pueden resultar aturdidoras e incluso mortales. Estos fenómenos pueden llegar a originarse durante varias horas seguidas en un mismo día y son algo característico de nosotros como lentas y colosales granjas de carne. En otras ocasiones emitimos gases de composición compleja acompañados también por vibraciones sonoras. Básicamente constituidos por nitrógeno, hidrógeno, dióxido de carbono, metano, oxígeno y trazas de ácido butírico y compuestos de azufre, en ocasiones son un poderoso reclamo para algunos dípteros. Algo muy similar sucede con los desechos sólidos que periódicamente depositamos.
De nosotros como granjas de carne se aprovecha mucho en vida y casi todo tras nuestra muerte. La descomposición combinada y simultánea de nuestras enormes extensiones de carne y fluidos constituye un medio ideal para la crianza de larvas de moscas y de muchos otros insectos. Desafortunadamente se ha constatado que en algunas ocasiones nos concentramos en hacer arder hasta convertir en cenizas a un ejemplar muerto y ello antes de que haya sido posible para las moscas aprovecharlo.

Comentarios

Entradas populares