DECLARACIÓN DE ARTISTA: LA DEFINITIVA






Me fascina la visión científica contemporánea y como su desarrollo ha ido modelando nuestro lugar en el mundo. Al principio de los tiempos el hombre creyó que la Tierra era el centro del Universo. Al fin y al cabo el cielo parece girar alrededor nuestro arrastrando consigo al Sol, la luna y las estrellas. Tuvieron que pasar muchos siglos antes de que se descubriera que la Tierra, y el resto de planetas, giraban en torno al Sol. Y esto hizo que se pensara que el centro del Universo, en realidad, era el Sol. Sin embargo, pocos siglos después se descubrió que tampoco, que el Sol no era más que una discreta estrella en la periferia de una Galaxia que formaba parte de un Universo que contenía miles de millones de otras galaxias. Pero al menos, ¿era nuestra galaxia el centro del Universo? Pues no. Y no sólo eso. Sino que resultó finalmente que el Universo no tiene centro: la privilegiada posición central fue, en todos los casos, sólo una ilusión.
Parece que hoy en día estamos viviendo algo parecido a esto en lo que concierne a nuestro papel en el mundo. Vivimos en una cultura antropocéntrica: los intereses del hombre ocupan el centro, son lo único importante y han primado sobre cualesquiera otros.  Sin embargo, parece que nuevamente nos hemos equivocado. La evidencia científica apunta a que formamos parte de un sistema natural muy complejo de partes íntimamente relacionadas y todas ellas de importancia fundamental. Si vivimos en un Universo que no tiene centro qué sentido puede tener creer que estamos en él.

 Mi trabajo artístico parte de estas ideas y trata de construir una experiencia sensible con ellas. El resultado son obras que se mueven en la frontera en la que lo humano se enrarece entre la belleza, el misterio y la ironía.  Pero, al mismo tiempo, todos los elementos representados se erigen en símbolos que aluden al contexto actual, al que antes me refería, un momento en el que los descubrimientos de  mundos alrededor de otras estrellas se suceden rápidamente a la vez que el cambio climático, los problemas medioambientales y la extinción de especies se convierten en una creciente amenaza para nosotros y el planeta que habitamos. ¿Sobreviviremos a la era de cambios medioambientales acelerados en la que vivimos?

Mi estilo pictórico es figurativo y me fascina la representación minuciosa de animales, plantas y objetos. Muchos de mis motivos proceden de la iconografía de las ciencias naturales. 

En cuanto al formato del soporte pictórico, el círculo me sugiere un todo autocontenido. Tiene cierto sentido del ritmo, de la armonía, y al mismo tiempo la noción de círculo vicioso difícil de romper.

De manera más técnica, para mi un cuadro siempre implica un proceso de descubrimiento. Suelo comenzar con un dibujo preliminar como punto de partida. A partir de ahí el proceso es esencialmente creativo. Según voy pintando introduzco y elimino elementos y altero la composición inicial de acuerdo a las necesidades del cuadro y a un cierto juego de intuiciones e ideas. Pinto y vuelvo a pintar. En general doy por terminada la obra cuando presenta una "ecología equilibrada" entre sus elementos. 

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