NOTAS PARA UNA RELECTURA DE "LAS MEDITACIONES DE SAN JUAN BAUTISTA" DE EL BOSCO
"Las meditaciones de San Juan Bautista". El Bosco. 1495 El Bosco se acerca a la figura de San Juan Bautista componiendo una escena que no tiene nada que ver con ninguno de los episodios de la vida del santo más celebrados en la iconografía cristiana. Esto, junto con el arrepentimiento que se vió obligado a realizar para cubrir por completo la figura del supuesto comitente de la obra, acaba por producir una obra de extrañeza desconcertante. La aberrante formación vegetal que ha devorado al comitente es, según algunos especialistas, una enorme mandrágora que, considerada afrodisíaca por la magia-medicina medieval, se vinculaba directamente con el pecado de lujuria. En este mismo sentido apuntaría el pequeño pájaro, símbolo del pecado, que se alimenta de su fruto. Quién sabe si de este modo el Bosco, a la vez que hacía desaparecer al comitente, nos ofrecía su retrato más íntimo. Otro de los elementos destacados de la composición es el pequeño cordero, el Agnus Dei, el Corde